El Gobierno de Susana Díaz ha reclamado al Ejecutivo de Pedro Sánchez que aborde los problemas vinculados a la inmigración como un «tratamiento de Estado». La coincidencia del desembarco en Valencia del barco Aquarius y la masiva llegada de inmigrantes a las costas andaluzas (1.138 sólo en el fin de semana, con 4 muertos y 43 desaparecidos) ha encendido las alarmas por lo que, desde Andalucía, se percibe como una diferencia de trato por parte de la administración del Estado.La consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, ha elogiado la actuación del Gobierno de la Nación dada la situación de los 600 rescatados por el Aquarius y por lo que ha supuesto de «aldabonazo muy importante» a Europa.«A renglón seguido», ha añadido la consejera, toca recordar que «en Andalucía cada fin de semana hay un Aquarius y entre semana también», por lo que, a su juicio, el Gobierno debe establecer unos mecanismos de respuesta similares con independencia de en qué comunidad se produzca la presión migratoria en cada momento.Las costas andaluzas recibieron el año pasado más de 8.500 inmigrantes, cifra que ya se ha rebasado en lo que va de 2018.También el vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, ha reclamado al Gobierno más implicación en la aportación de recursos a la comunidad autónoma para la atención a los inmigrantes, en la misma línea de lo apuntado por la consejera de Políticas Sociales. «Tenemos la necesidad de que el Gobierno de España participe con la comunidad autónoma en lo que respecta a los recursos necesarios para ponerlos al servicio de la atención solidaria a estas personas», ha afirmado Jiménez Barrios. «Esperemos que en esta nueva andadura, con un nuevo gobierno al frente, haya la sensibilidad necesaria, que sé que la hay, para que establezcamos esa línea de colaboración y planificación», ha insistido el vicepresidente. Y, por último, Susana Díaz se ha referido al problema migratorio, aunque ha rehusado señalar de alguna manera la actuación del Gobierno de Sánchez, y ha preferido poner el acento en la responsabilidad conjunta de la Unión Europea. En este sentido, Díaz considera que la Comisión Europea «tiene que poner sobre la mesa una hoja de ruta» para abordar de una manera integral el asunto, haciendo especial énfasis en las actuaciones en los países de origen, de la misma manera que se actuó en su momento con Mauritania para frenar el tráfico de cayucos con destinto a las costas de Canarias. Díaz ha achacado, por otro lado, la oledada del último fin de semana a la mejora de las condiciones meteorológicas, alejando por tanto su discurso de quienes alertan de que la acogida a los inmigrantes del Aquarius pudiera haber provocado un ‘efecto llamada’ que explicara la llegada masiva a las playas de Andalucía. Las Ong ya venían advirtiendo de lo que podía suceder en verano por el ritmo de llegadas de los últimos meses.Todos los partidos políticos con representación parlamentaria y, sobre todo, las organizaciones no gubernamentales que trabajan a diario en la atención a inmigrantes en Andalucía han dejado en evidencia cómo los medios políticos desplegados en el caso extraordinario del Aquarius no encuentran parangón con lo que sucede todas las semanas en los puertos andaluces, a los que llegan cada día decenas de rescatados también en situación límite.Para el presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, el Gobierno ha «ignorado» a Andalucía, poniendo toda la atención política y los recursos en la asistencia en Valencia, con un dispositivo extraordinario que implicó a un total de 2.300 personas entre policías, Guardia Civil, abogados, traductores o asistentes. Un despliegue, «sin precedentes», que, a juicio del PP, debería provocar una reacción más contundente del Gobierno de Susana Díaz en demanda de una política coordinada, que poco tiene que ver con «hacerse una foto» aprovechando «el sufrimiento de las personas».Las quejas también llegaron de la mano de IU y de Podemos, que, sin embargo, rechazan hablar de «avalancha» de inmigrantes, aunque sí exigen a la Unión Europea que deje de «mirar para otro lado» en la crisis migratoria para garantizar los derechos de las personas rescatadas.