El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha manifestado que tras la llegada a la ciudad de los 630 migrantes del Aquarius hay que trabajar para que “puedan acceder al mejor sitio que ellos deseen”, bien sea Valencia, otros puntos del territorio español u otro país y lo hagan “en condición de refugiados”.

En declaraciones a los medios de comunicación, Ribó ha asegurado que la operación Esperanza del Mediterráneo desplegada tuvo un final “muy positivo y con muy pocos problemas”.

El alcalde de Valencia solo ha constatado dos problemas: “La falta de traductores de árabe y por otra parte, durante poco tiempo, la falta de gorras porque hacía mucho sol”, lo cual ha considerado “problemas totalmente menores”.

Ribó ha añadido que Valencia ha demostrado que quería ser una ciudad acogedora y por esa disposición ha indicado que les han felicitado “desde todas las instituciones” porque todo el dispositivo ha funcionado “perfectamente”.