Internacional

May promete reconocer los derechos de los europeos con cinco años de residencia

La 'premier' propone a los líderes de la Unión Europea que los europeos con cinco años de residencia en el Reino Unido mantengan su estatus El Brexit y Donald Trump, protagonistas en la última cumbre europea del curso Merkel: "es un buen punto de partida" para las negociaciones

El Mundo, CARLOS FRESNEDA / PABLO R. SUANZES, 23-06-2017

La premier Theresa May ha aprovechado su primer viaje a Bruselas tras la cura de “humildad” del 8-J para inentar, a su manera, despejar el futuro de los 3,2 millones de inmigrantes de la UE en suelo británico. “Voy a adelantar cómo el Reino Unido se propone proteger los derechos de los ciudadanos europeos”, dijo May antes desvelar sus cartas en la esperadísima la cena del jueves en la cumbre de la UE.

Según fuentes diplomáticas, la primera ministra británica propuso a los líderes de la Unión Europea que los europeos con cinco años de residencia en el Reino Unido mantengan su estatus de establecimiento permanente una vez se materialice la salida de Londres de la UE. Algo de lo que ya disfrutan los ciudadanos no europeos que llevan un lustro.

La primera propuesta de la ‘premier’ sería un compromiso de que quienes residen ahora legalmente no serán invitados a irse y que los que ahora están físicamente podrán intentar regularizar su situación, pues el Ejecutivo no quiere romper familias, siempre según esa versión.

Con la propuesta, según un alto funcionario británico, se “intentaría” que los europeos fueran tratados igual que los británicos en lo que se refiere a Educación, Sanidad o pensiones. Algo claramente insuficiente para Bruselas, que exige garantías totales e igualdad de trato. Pero “un buen punto de partida”, según la canciller alemana, Angela Merkel

Igualmente, quienes lleven menos de cinco años en Reino Unido cuando se fije la fecha a partir de la que se contará, tendrían permiso para quedarse hasta cumplir el lustro y entonces solicitar la residencia. El día exacta, ha avanzado la primera ministra, estará entre la fecha en la que Reino Unido activó la cláusula de divorcio (el 29 de marzo) y la fecha de de salida de la UE, que si nada cambia tendría que ser el 29 de marzo de 2019.

El tercer elemento en la intervención de May sería un periodo de gracia, probablemente de 24 meses, para permitir que la gente regule su situación. Por lo que los ciudadanos europeos que estén ahora en Reino Unido o lleguen antes de la consumación del Brexit tendrían hipotéticamente la oportunidad de intentar regularizarse.
La fecha de corte

Los 27, que han seguido el encuentro una vez May se ha ido al hotel, deben estudiar esta primera oferta. Pero la negociación se hará por los cauces fijados el lunes por Michel Barnier y David Davis, y no en los Consejos Europeos entre los líderes. Cada país tiene intereses diferentes en función del perfil de sus ciudadanos que vivan ahora en las islas. Por eso la fecha de corte exacta será polémica.

May, que desveló sus planes para los ciudadanos europeos que viven en el Reino Unido tras el Brexit, reiteró que la reciprocidad es vital y que ambas partes deben acordar los términos y crear certidumbre lo antes posible en las negociaciones. Pero en realidad, en esa afirmación se esconde una trampa, puesto que no todos los ciudadanos europeos tienen los mismos derechos. La ecuación aparente es sencilla: un español en Reino Unido con residencia tendría los mismos derechos que un Británico en su propio país. Y al revés: un británico en España tendría los mismos que un español en casa.

Pero es que no son, en algunos casos, exactamente lo mismo. Por lo que, en realidad, un británico en España podría tener mejores condiciones que un español en Reino Unido. Y esa reciprocidad no la pueden asumir los 27.

Los 27 quieren que el futuro acuerdo no se aplique sólo a los trabajadores, sino también a sus familias. Y que las condiciones no sean revocables. No queda claro en la primera oferta qué tribunales tendrían la última palabra, si los británicos o la Corte Europea de Luxemburgo, otro motivo de profunda división.
Lealtad a la reciprocidad

El reto de la premier eraigualar la propuesta de Bruselas, remitida el 12 de junio a Londres, garantizando a los 1,2 millones de expatriados británicos en la UE el mantenimiento de sus derechos actuales incluida la libertad de movimientos durante el resto de sus vidas.

El titular de Exteriores, Boris Johnson, anticipó que se tratará de una “generosa oferta” con la que espera dar por zanjado uno de los primeros y más apremiantes obstáculos de las negociaciones del Brexit. La UE reclama “plenos derechos” para sus ciudadanos en el Reino Unido después del Brexit y confía en que la premier sea leal al principio de “reciprocidad”.

Frente a la inflexibilidad mostrada hasta la fecha, el paso delante de May se interpreta como un cambio de talante en su voluntad negociadora. Aunque el peso de las negociaciones con Bruselas lo llevará su ministro para el Brexit, David Davis, la premier tiene previsto intervenir ocasionalmente para dar el impulso político y avanzar en el calendario.

Tras el anuncio del jueves, May se remitirá a un plan detallado sobre el futuro de los ciudadanos de la UE que será hecho público el próximo lunes. El Gobierno británico ha anticipado su intención de crear un “registro” de ciudadanos europeos para facilitar la labor, aunque no ha anticipado cuál será la fecha en la que hará el “corte”.

“Lo que hemos oído hasta ahora no es más que retórica sobre la reciprocidad de derechos”, advierte Nicolas Hatton, ciudadanos francés residente en Bristol y fundador del grupo The 3 Million. “Lo único cierto es que la UE ha hecho ya una generosa oferta. Solo nos queda esperar que la propuesta británica sea equivalente: cualquier cosa menos sería inaceptable”.

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