Cinco millones de euros. A esa cantidad asciende el presunto fraude llevado a cabo por Marine Le Pen y el Frente Nacional con el dinero del Parlamento Europeo. Así se lo ha hecho saber la Eurocámara a las autoridades francesas, tras analizar detenidamente “miles de papeles” y años de facturas y nóminas y los resultados de la OLAF, la Oficina Europea Antifraude, según fuentes comunitarias.El informe de los servicios jurídicos del Parlamento, firmado por el abogado comunitario Patrick Maisonneuvel, indica que 4.978.122 euros fueron usados de forma inapropiada, pero que la cifra podría aumentar porque siguen rebuscando. Además de su sueldo mensual y dietas, los eurodiputados tienen a su disposición una importa suma asignada para contratar asistentes. Queda en manos de cada formación si es competencia del diputado escogerlos ellos mismos o se les asigna, y pueden igualmente designar a familiares. La única condición es que esos asistentes trabajen para el eurodiputado en temas europeos, y no en otros. Y, según las acusaciones, no es lo que Le Pen hacía.
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La cámara considera probado que Le Pen y otros 16 eurodiputados, entre ello Jean-Marie Le Pen, Louis Aliot o Florian Philippot, se beneficiaron de ese dinero europeo para financiar las nóminas de trabajadores de su partido, pero que se dedicaban a temas internos o nacionales. Las reglas permiten que los eurodiputados tengan asistentes locales, en sus circunscripciones, porque parte de su labor se hace en los Estados Miembros. Pero aunque hay cierta flexibilidad no vale todo. Y Le Pen habría usado los fondos para emplear a uno de sus escoltas, Thierry Legier, así como a su asistente personal, Catherine Griset.Fuentes de la investigación apuntan a pistas concluyentes. Como que durante años alguno de los diputados y sus presuntos asistentes no intercambiaran siquiera un correo electrónico. O que la propia Griset fichara en la sede del partido en Nanterre, cuando en teoría debería estar casi a diario en Bruselas y Estrasburgo.El martes por la tarde, minutos antes de iniciar el debate con el húngaro Viktor Orban, el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, explicó al plenario que había autorizado el inicio de todos los trámites necesarios para quitar a Le Pen la inmunidad de la que goza. Una petición de las autoridades judiciales galas que será abordada en detalle en la comisión jurídica la semana que viene. El mes pasado la cámara ya dio luz verde a la misma petición para una investigación sobre el uso en su cuenta de Twitter de vídeos denunciado las ejecuciones del Estado Islámico.Las primeras estimaciones situaban el presunto fraude en algo menos de dos millones de euros, pero los números, hasta el 21 de abril, se han disparado al estudiar muchos más casos. Hace unos meses, el Parlamento embargó la nómina de Le Pen y sus dietas, abonando únicamente la mitad de lo estipulado para ir recuperando el dinero que fue usado de forma irregular en los últimos dos años de la pasada legislatura, una cantidad cercana a los 340.000 euros. El cálculo, filtrado oportunamente en París y confirmado desde Bruselas, supone un problema para Le Pen en la cámara, a pesar de que no es la primera ni será la última investigada o sancionada por contratar asistentes locales. Pero no forzosamente entre sus votantes, poco amigos de las causas europeas.