En busca del «testigo perdido» del ataque neonazi a la mezquita de la M-30

El vigilante del templo fue la única persona que presenció cómo Hogar Social atacó el lugar por considerarlo «un foco de captación de terroristas»

ABC, efe, 24-03-2017

La Policía Nacional no logra encontrar al vigilante de seguridad del Centro Cultural Islámico de Madrid, conocido como Mezquita M30, considerado como el testigo clave de la causa que investiga a varios miembros del colectivo de ultraderecha Hogar Social Madrid por atacar el templo el 22 de marzo de 2016.

Fuentes jurídicas han informado a Efe de que el vigilante había sido citado nuevamente hace dos días para prestar declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid, Esperanza Collazos, en calidad de testigo a instancias de la Fiscalía, pero por segunda vez en este procedimiento no se presentó.

Tanto la Fiscalía como la Policía aseguran que el vigilante está absolutamente desaparecido después de haber hecho todo lo posible por localizarle, han añadido las fuentes.
«Absolutamente desaparecido»

Precisamente, el vigilante de seguridad es considerado como el testigo clave del procedimiento, en tanto en cuanto fue el único testigo presencial de los hechos.

No obstante, este empleado ha variado su versión y así en un primer momento dijo a los dos agentes que se personaron en el lugar de los hechos que los miembros del colectivo neonazi habían llegado hasta la entrada de la mezquita, una declaración espontánea que fue incluida en el atestado policial, aunque luego en comisaría cambió su versión.

Fue requerido por el juzgado para que prestara declaración pero no se presentó al no haber sido posible localizarle, ante lo cual la Fiscalía pidió a la juez que tomara las medidas oportunas para su localización, ya que su testimonio se antoja clave para el desarrollo de este procedimiento. Se le citó para el 22 de marzo pero nuevamente el vigilante no ha aparecido por el juzgado.
Así fue el ataque

El 22 de marzo de 2016 un grupo de entre 30 a 40 personas de este colectivo lanzó botes de humo y bengalas junto a la mezquita y colocó un cartel sobre una pasarela peatonal con las frases «Hoy Bruselas ¿Mañana Madrid?», en protesta por los atentados en la capital belga, según figura en el atestado policial.

Todos los investigados —uno no declaró al desvincularse del colectivo— reconocieron ante el juez su participación en el ataque aunque ellos lo calificaron como una «manifestación espontánea» en la que «no hubo intención de dañar a nadie».

Incluso negaron haber lanzado bengalas y botes de humo contra la mezquita, como así aparecen en los vídeos y fotografías de aquel día, y señalaron que la concentración se disolvió pacíficamente.

De hecho, la líder del colectivo de ultraderecha Hogar Social Madrid, Melisa Domínguez Ruiz, justificó ante la juez el ataque perpetrado a la mezquita de la M-30 el pasado 22 de marzo, al defender que el centro islámico es un «foco de captación de terroristas» y «está financiada por grupos yihadistas».

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