Una polémica ley permitirá a Alemania acceder a los móviles de los refugiados

El Ejecutivo de Merkel endurece su política de asilo contra potenciales terroristas extranjeros para evitar casos como el del mercadillo navideño de Berlín

La Voz de Galicia, Europa Press, 23-02-2017

El Gobierno alemán aprobó este miércoles en su consejo de ministros un proyecto de ley que endurece su política de asilo contra potenciales terroristas extranjeros y que contempla el acceso por parte de las autoridades a los teléfonos móviles y ordenadores de los solicitantes de asilo en aras de poder determinar su identidad.

Con la reforma, el Ejecutivo de Angela Merkel pretende agilizar las deportaciones de solicitantes de asilo, así como imponer sanciones más duras a aquellos refugiados que hayan facilitado datos falsos a las autoridades en el momento de registrarse en el país. Además, la nueva normativa aumenta el periodo de tiempo que un ciudadano extranjero sospechoso de terrorismo puede permanecer detenido a la espera de su expulsión.

Del conjunto de medidas a las que el Gobierno alemán ha dado luz verde, la más polémica es la que permitirá a la Oficina Federal de Refugiados y Migración (BAMF) acceder a los móviles u ordenadores de los solicitantes de asilo para poder determinar su verdadera identidad. La organización pro Derechos Humanos Pro Asyl ya se ha posicionado en contra de la nueva normativa, asegurando que se trata de una «brutalización de las expulsiones», asegurando que Alemania ha pasado de ser un país de acogida a uno de deportación. También desde el partido opositor La Izquierda observan con preocupación los planes del Ejecutivo. «Los móviles y los ordenadores pertenecen al ámbito privado que debe protegerse», defiende la líder de la formación, Katja Kipping.

Evitar atentados

La normativa aprobada, acordada hace semanas por los ministros de Justicia y de Interior de Alemania, tiene como objetivo evitar que se pueda repetir un caso similar al ocurrido el pasado diciembre, cuando Anis Amri, un solicitante de asilo tunecino, atentó contra un mercado navideño de Berlín causando la muerte de doce personas.

Sobre Amri, a quien las fuerzas de seguridad vigilaban al considerar que podría resultar peligroso, pesaba una orden de expulsión de Alemania que nunca llegó a ejecutarse. Así, aunque las autoridades alemanas le denegaron el asilo político no pudieron deportarlo por falta de documentos de identidad que esperaban de Túnez. Amri utilizó 14 identidades diferentes tras llegar a Alemania en el 2015 y mantuvo contacto con círculos islamistas radicales en Alemania.

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