SOS Racismo no promueve “ninguna causa general contra la Guardia Civil”, a la que reconoce las muchas vidas que ha salvado en el mar, sino que solo exige justicia para las personas que murieron en el choque que se produjo entre la patrullera “Cabaleiro” y una patera en Lanzarote.

El letrado Daniel Arencibia, que ejerce la acusación popular en nombre de la ONG, replica de este modo al juez de Arrecife que ha archivado el caso, Rafael Lis, porque considera que incluye en su auto “consideraciones que están completamente fuera de lugar”.

En su resolución, el juez reprueba a las acusaciones populares mantener el caso guiadas por criterios de “oportunismo político y mediático” y buscar “una causa general” contra el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, “cuya dedicación, sacrificio y abnegación en estos servicios de rescate son incuestionables”.

“Somos los primeros que admiramos a la Guardia Civil. Han salvado numerosas vidas y en muchos casos sus componentes se comportan como héroes”, ha manifestado a Efe Arencibia, que subraya que a SOS Racismo solo le mueve la defensa de la dignidad de las siete víctimas del suceso (la persona que murió tras la colisión y las seis que siguen desaparecidas desde entonces).

SOS Racismo critica al juez que, en su auto, ni siquiera mencione a los seis desaparecidos, a pesar de que su identidad está “perfectamente acreditada” por el Consulado de Marruecos, que proporcionó a la Justicia española la lista de desaparecidos: Jihad Zouyga, Nouredine Sadiki, Redouane Boulal, Hasan Mohandis, Rachid Amidane y Abdelali Elhajrani.

A su juicio, ese “olvido” no se puede explicar, salvo que se busque eludir las consecuencias que el reconocimiento de otras seis muertes podría tener en caso de que la Audiencia de Las Palmas revoque el archivo de la causa y vea indicios de delito en el cabo que llevaba esa noche el timón de la patrullera “Cabaleiro”.

SOS Racimo ya ha recurrido ante la Audiencia Provincial el archivo de las actuaciones, para que, entre otras cosas, se tome declaración como imputado al patrón de la patrullera y para que este explique por qué no respetó los procedimientos legales de actuación en estos casos y el consejo de sus propios compañeros.

Esta ONG sostiene que hay testigos de que un compañero de tripulación le dijo al cabo que no siguiera con la aproximación a la patera en esas circunstancias de navegación (con una avería en un propulsor que limitaba la maniobrabilidad de la patrullera).

SOS Racismo también rechaza que el juez le reproche que construya su acusación sobre una serie de protocolos que, desde su punto de vista, quedan “en papel mojado” en situaciones como la que se produjo en la madrugada del 13 de diciembre de 2013 en la costa de Lanzarote, porque “la mar no se somete a regulaciones”.

“Es verdad, la mar no se somete a leyes ni a regulaciones internacionales. Son las personas las que se tienen que someter a ellas y, en este caso, es el cabo patrón de la patrullera el que debe explicar por que no lo hizo”, recalca el letrado Arencibia.

Si el guardia que ese momento pilotaba la patrullera da una explicación razonable de por qué actuó como actuó, alega SOS Racismo, la causa se archivará y “es posible, incluso, que le den una medalla”, pero el caso no se puede dar por cerrado antes.

“Si el fallecido y los desaparecidos fueran suecos o ingleses, estamos seguros de que alguien más estaría pidiendo responsabilidades por lo ocurrido”, añade Daniel Arencibia, que considera una “indignidad” que ni siquiera se reconozca por parte del juez en su auto la existencia de seis desaparecidos.