Más que palabras

¿Racismo o electoralismo?

Deia, Por Javier Vizcaíno, 18-07-2014

MAROTO, racista? Diría que el alcalde de Gasteiz es capaz de ser lo que haga falta con tal de llenar la saca de votos. De hecho, lo que suponen sus últimas y tan comentadas palabras no es más que el cruce de un Rubicón que había estado rondando desde que era concejal de a pie. Simplemente, a diez meses de la cita con las urnas, ha visto el riesgo real de que otro culo acabe en su poltrona y, entre la aritmética y la convicción, ha decidido echar el resto llevando el partido a los barrizales donde sabe que sus adversarios están condenados a un autogol tras otro: la pataleta antivizcaina que tan bien supo exprimir aquel tunante apellidado Mosquera y, con más ímpetu, la mandanga xenófoba sin desbastar.

De lo primero, que no es martillo pilón exclusivo del munícipe por antonomasia, hablaremos otro día, porque es asunto que da para columna y hasta para tesis doctoral. Me centro en lo segundo, las soflamas calculadamente incendiarias contra la inmigración en general y la procedente del Magreb en particular. Lamento defraudar alguna expectativa buenrollista si en lugar de tirar por el camino trillado del exabrupto a la yugular de quien está buscando exactamente eso, llevo la cuestión a un terreno menos explorado. Se puede formular con una sencilla pregunta: ¿Por qué, no solo en Gasteiz sino en cualquier lugar de nuestro entorno, hay una cantidad creciente de personas dispuestas a respaldar con su papeleta discursos como el de Maroto? ¿Porque son unos fascistas, unos insolidarios, unos ignorantes? Esa ha sido la respuesta de carril hasta ahora. Lo único que ha provocado es que cada vez sean más.

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