Un agrio enfrentamiento se ha suscitado entre Italia y la Unión Europa sobre la emergencia de la inmigración, mientras los desesperados que huyen de África y de Oriente Medio mueren en el Canal de Sicilia. Las acusaciones a Bruselas se han lanzado tras la enésima tragedia ocurrida el lunes, con el hundimiento de una barcaza con unos 400 inmigrantes. Se han recuperado 17 cadáveres y unos 200 (el número no se ha sabido precisar) son los desaparecidos, entre ellos muchos niños y mujeres. Fueron salvados 210, entre ellos 13 niños, que llegaron en la tarde de ayer a Catania a bordo de la fragata italiana Grecale.

«Europa deja sola a Italia. La UE salva a los Estados, a los bancos y después deja morir en el mar a las madres con los niños». Esta durísima acusación contra Bruselas fue lanzada por el primer ministro italiano, Matteo Renzi. El «premier» mostró al mismo tiempo su apoyo al ministro del Interior, Angelino Alfano, quien a su vez había amenazado a Europa con permitir la fácil salida por sus fronteras de los inmigrantes que llegan a Italia soñando con dirigirse a Francia, Alemania u otros países del Norte. «Italia no puede convertirse en la prisión de los refugiados políticos. Todos los inmigrantes llegados a Italia a los que se les reconoce el derecho de asilo irán a Europa, donde quieran y cuando lo deseen. Los dejaremos libres para que alcancen sus destinos. A buen entendedor…», manifestó el ministro del Interior, Angelino Alfano, acusando a la Unión Europea de lavarse las manos ante el drama de la inmigración en masa.
Cruce de aceros

La dura reacción del gobierno italiano contra la Unión Europea ha causado malestar en Bruselas y ha sido calificada de «electoral». El portavoz de la comisaria Cecilia Malmstrom, Michele Cercone, ha dicho que en marzo se envió una carta al gobierno italiano, en la que se pedían «indicaciones concretas» sobre lo que Bruselas podía hacer para ayudar a Italia, pero Roma «no respondió a esa carta».

Inmediata y con desdén ha sido la réplica del ministro del Interior , Angelino Alfano, quien ha calificado de absurdas las palabras del portavoz Cercone: «¡Piden cartitas delante de los muertos…!». Después Alfano ha detallado las exigencias planteadas por Roma: «Hay cuatro indicaciones precisas que hemos dado siempre en todas las ocasiones: la asistencia humanitaria ha de hacerse directamente en África, Europa debe estar directamente implicada en el socorro en el mar, hay que trasladar a Italia la sede de Frontex —la agencia europea para la gestión de las fronteras exteriores de la UE—, y el derecho de asilo no debe estar limitado al país del primer ingreso».