El Mediterráneo vuelve a ahogar el sueño europeo

Al menos 14 muertos al naufragar una barca de inmigrantes al sur de Lampedusa

El Mundo, IRENE HDEZ. VELASCO ROMA CORRESPONSAL, 13-05-2014

Ese gigantesco cementerio que es el mar Mediterráneo, cuyas profundidades se han tragado a muchos de los 25.000 inmigrantes que en 20 años han perdido la vida en sus aguas cuando trataban de hacer realidad el sueño de entrar en Europa, continúa sumando tumbas.

La enésima tragedia de inmigrantes víctimas de un naufragio se materializó ayer, cuando una barcaza con al menos 400 personas a bordo se fue a pique a un centenar de millas al sur de Lampedusa, la isla siciliana que desde finales de los años 90 es una de las principales puertas de entrada a Europa para miles de inmigrantes.

Los cadáveres recuperados ascendían al cierre de este edición a 14, pero fuentes de la Guardia Costera italiana hablaban de la posibilidad de que el balance final fuera aún más trágico y sumara al menos 40 muertos.

Los supervivientes rescatados con vida eran más de 200. Pero en la barcaza, según el testimonio de varios de los supervivientes, se hacinaban unas 400 personas. «Dicen que eran centenares. Estamos trabajando sin descanso», aseguró el comandante Giuseppe Cannarile, responsable de la Capitanía del puerto de Lampedusa.

Varias patrulleras de la Guardia Costera italiana, así como las fragatas Grecale y la nave Sirio de la Marina Militar, participaro en las tareas de salvamento. Asimismo, naves mercantiles que se encontraban en la zona fueron alertadas por las autoridades italianas para que ayudaran en el rescate. La voz de alarma la dio, de hecho, un remolcador que ofrece servicio a unas plataformas petrolíferas a 50 millas de la costa de Libia y a 100 de las de Lampedusa.

La Comisión Europea, por boca de la comisaria de Interior Cecilia Malmstrom, se declaró en estado de «shock» por esta «nueva tragedia» ocurrida entre las aguas de Lampedusa y Libia, al tiempo que agradeció a las autoridades italianas su compromiso en las tareas de rescate e hizo un llamamiento «a todos los estados miembros para que demuestren su solidaridad» y para que en el próximo Consejo Europeo se discuta «cómo se pueden afrontar los desafíos del mar Mediterráneo».

Las autoridades italianas protestaban, por su parte, por la falta de ayuda que, a su entender, reciben de Bruselas. El ministro de Justicia, Andrea Orlando, denunció un «déficit de cooperación» tanto a nivel europeo como internacional. «Es necesario un salto cualitativo».

La ministra de Exteriores italiana, Federica Mogherini, también habló de «carencias» por parte de la UE. «Como italianos sabemos que debemos continuar salvando vidas. La operación Mare Nostrum sirve para eso, además de para luchar contra el tráfico de seres humanos, pero es como tratar de vaciar el mar con una cucharita», lamentó. «Es una responsabilidad que debemos llevar a cabo junto a todos los países europeos, porque no se trata de la frontera italiana, sino de las fronteras europeas». El ministro de Interior italiano, Angelino Alfano, también sumó su voz al coro de agraviados con la UE. «Nuestras naves están allí para recuperar muertos y socorrer a los vivos, pero Europa no nos está ayudando», dijo.

La isla siciliana de Lampedusa se ha convertido en uno de los puntos de entrada más importantes de inmigrantes sin papeles en Europa. Según el Ministerio de Interior italiano, el año pasado desembarcaron en sus costas un total de 42.925 inmigrantes irregulares. Y en lo que va de 2014 ya van más de 25.000.

Pero son muchos los que pierden la vida en el intento. Sólo el martes de la semana pasada, un barco cargado de sin papeles que se dirigía a Europa naufragó a pocas millas de la costa de Libia, causando al menos 40 muertos. Pero la peor tragedia de los últimos tiempos se registró el pasado 3 de octubre, cuando una barcaza que se hallaba frente a la costa de Lampedusa se incendió y 366 personas perdieron la vida.

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