El informe de Asuntos Internos que ha llevado a la imputación de nueve policías en la operación Emperador apunta a que al menos dos comisarios tenían «intereses empresariales» con miembros de la mafia china. Es decir, que los continuos favores que les prodigaban les habrían reportado algo más que jamones, vino y entradas para el fútbol y los toros.

El informe de 239 páginas presentado por Anticorrupción en la Audiencia Nacional apunta al comisario Manuel Patricio Rodríguez San Román, ex responsable de la comisaría de Vallecas y hoy en Seguridad Ciudadana de Madrid, y, sobre todo, al comisario Carlos Salamanca, máximo responsable en el aeropuerto de Barajas. Ambos mantenían «una estrecha relación» –en el caso de Salamanca, «amistad»– con Yongping Wu Liu, uno de los empresarios chinos imputados. Fueron sus conversaciones telefónicas, intervenidas por la Policía, las que destaparon la supuesta red policial que ayudaba a la mafia china.

El informe de Asuntos Internos arranca con las actividades de Rodríguez San Román. El comisario, imputado por revelación de secretos y cohecho, estaba citado ayer ante el juez Ismael Moreno, pero la declaración se aplazó ante la ausencia de su abogado.

«Durante la observación de los teléfonos intervenidos, se comprueba cómo […] podría existir también un interés mutuo de tipo empresarial, toda vez que Manuel Patricio actúa como intermediario, poniendo en contacto a empresarios, conocidos suyos, con Yongping Wu Liu, con la finalidad de que éstos inicien algún tipo de negocio juntos», dice el informe. Asuntos Internos incorpora un par de llamadas como ejemplo de lo anterior. «Yongping llama a Alfredo [un empresario] y le dice que es amigo de Patricio, que están juntos. Yongping le pregunta dónde está él y Alfredo dice que en Guinea Ecuatorial. Hablan de contactos en ese país y quedan en volver a hablar».

Cuatro días más tarde, los investigadores anotan: «Yongping recibe llamada de un individuo, que le dice que le llama de parte del comisario Patricio San Román, y que le ha dicho que tiene una obra para ellos. Yongping queda con él por la tarde en Cobo Calleja».

Al margen de los negocios, el comisario habría ofrecido al empresario chino «información confidencial de bases de datos policiales». En una ocasión logró que el Ayuntamiento de Coslada le concediera a un familiar de Yongping una licencia para una terraza para la que no cumplía con los requisitos. «El trato de favor es evidente», dice el informe, que señala que el comisario recibía a cambio «dádivas como un jamón, vino o entradas a fútbol y toros».

Posteriormente, el informe dedica 60 páginas a detallar la relación con Yongping del comisario jefe de Barajas, imputado por prevaricación y cohecho. Según los investigadores, este ciudadano chino «se integraría paulatinamente en el amplio círculo de amistades de Salamanca, muchos de ellos empresarios, al iniciar algún tipo de relación empresarial con alguno de ellos».

Como en el caso anterior, al margen de esa posible relación empresarial, Salamanca le hacía múltiples favores aprovechando su privilegiado puesto en Barajas y Yongping le recompensaba con «algún tipo de obsequio (jamón, caja de vino…) en agradecimiento a estos favores».

El informe relata varios casos en los que la intermediación del comisario fructifica y acaba en negocio. Asuntos Internos resalta que Salamanca «se encuentra al corriente de todos los pormenores, llegando a estar presente en varias de las reuniones donde tratan temas relativos a posibles negocios». El informe es cauto y señala que «desconoce hasta qué punto Salamanca participa de los mismos».

«Al corriente»

El primer contacto detectado es con un empresario dedicado «a la chatarra», Ismael P. L. «Yongping llama a Ismael y se presenta como amigo de Salamanca [… ] Ismael le ofrece cobre y Yongping le dice que le interesa hierro. Ismael queda en llamarle». En otra llamada, «Carlos le da un número de teléfono que es de Ismael por el tema del hierro y del cobre y porque tiene un tema que es un pelotazoy un tema de fabricación de pan». «Carlos muestra mucho interés en que se produzca un encuentro entre Yongping e Ismael para que traten el tema del hierro y del cobre», apostilla el informe.

Otro caso es el de la mediación con José Luis V. P., empresario juguetero. La gestión de Salamanca cuaja, «abriendo Yongping un local para la venta de juguetes suministrados por la empresa de José Luis». De nuevo el comisario está muy interesado. «Parece que Salamanca deba estar al corriente y dar su beneplácito para las reuniones entre Yongping y José Luis», anota Asuntos Internos.

El comisario también presenta a Yongping a empresarios como Manuel C.S., centrado en tareas de seguridad y en venta de textiles; y a Emilio C.R., «apoderado de varias empresas», una de ellas de seguridad; y a Roberto L. H., «apoderado de más de 15 empresas» que incluyen relojería, inmuebles y telefonía. También este contacto tiene éxito: rematan al menos 22 contratos y Yongping llega a ir de invitado al barco del empresario. «A la vuelta del viaje, Yongping agradece a Carlos el haberle presentado a Roberto».

Hoy están citados en la Audiencia otros tres imputados, entre ellos Salamanca y el otro comisario imputado, Ángel Luis Olmedo, del que el informe relata favores a la trama aunque sin la trascendencia económica que se apunta en los otros casos. Mañana comparecen los últimos tres imputados. En cuanto a las declaraciones de ayer, el policía en segunda actividad Blas Donoso sólo respondió a su defensa y el subinspector Roberto Ruiz reconoció una gestión con una tarjeta de residencia, pero negó cualquier trato de favor.