En la noche del domingo, Laura Beyne vio cumplido su deseo de convertirse en la reina de la belleza de Bélgica gracias a su arrolladora silueta de raíces africanas. Sin embargo, poco después de conocerse el veredicto del jurado, un mensaje en la cuenta de Twitter de la primera dama de honor, Aurore de Geest, encendió la mecha de la controversia. «Una verdadera belga no ha tenido ninguna oportunidad», clamaba el tweet. Las acusaciones de racismo borbotearon de inmediato. Horas después, el hermano de la segunda joven más bella del país, Matthieu de Geest, se atribuyó la responsabilidad en lo sucedido y pidió perdón.