Francia expulsó a más de 30.000 inmigrantes en 2011
Francia registró un nuevo récord en 2011 cuando deportó a un total de 32.912 extranjeros, lo que supone un aumento del 17 por ciento con respecto al año anterior, debido a la dura política en materia de inmigración que ha llevado a cabo el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
La Razón, , 11-01-2012El ministro del Interior galo, Claude Gueant, presentó este martes las cifras de los inmigrantes que fueron expulsados, entre los que se incluyen a unos 5.000 tunecinos que huyeron de su país tras las revueltas que comenzaron a finales de 2010.
Gueant, que anunció que combatiría la inmigración, tanto la legal como la ilegal, cuando asumió el poder, explicó en rueda de prensa que seguirá con la misma política y que en 2012 pretende que sean deportados 35.000 personas.
El ministro explicó que pretende que el número máximo de inmigrantes legales que entren en el país sea de 150.000 al año. En los últimos años, esta cuota ha bajado desde los 200.000 hasta los 180.000.
“No es razonable que traigamos a inmigrantes para que estén desempleados aquí”, comentó Gueant, que precisó que un cuarto de los inmigrantes extracomunitarios en Francia no tienen trabajo.
“No se trata de retirarnos detrás de una línea Maginot, sino de respetar las reglas”, comentó Gueant, en referencia a la frontera que se creó con Alemania durante la Primera Guerra Mundial.
El número de permisos de residencia descendió un 3,6 por ciento hasta los 182.595 y el número de visados de trabajo concedidos se redujo en un 26 por ciento, hasta los 9.154, de acuerdo a los datos del Ministerio.
La ONG SOS Racismo definió estos números como las “cifras de la vergüenza” y criticó la “línea dura” adoptada por el Gobierno. Alrededor de 3,7 inmigrantes de la Unión Europea y extracomunitarios estaban viviendo en 2008 en Francia de una población total de 65 millones.
Sarkozy ha ido endureciendo su postura frente a la inmigración desde que asumió la Presidencia en 2007. Durante su mandato ha prohibido el uso del velo islámico en lugares públicos y en el último año ha anunciado que mejoraría los controles fronterizos ante el temor de una llegada masiva de inmigrantes por la inestabilidad del norte de Africa.
Gueant fue nombrado ministro del Interior en una remodelación del Gobierno el pasado febrero. Según el ministro, la tasa de criminalidad es más alta entre los extranjeros y ha declarado que los franceses “no se sienten como en casa” debido a las personas que rezan en lugares públicos.
En menos de un año desde que asumió el cargo, ha endurecido las normas para obtener visados de estudios o de trabajo y ha reducido el presupuesto para los solicitantes de asilo. El pasado 1 de enero comenzaron a aplicarse una serie de normas que dificultan la obtención de la nacionalidad francesa.
Los solicitantes deben probar que hablan francés como una persona de 14 años con el francés como lengua maternal y responder una serie de preguntas sobre la historia, cultura y sociedad francesa. Además, deben firmar una carta en la que se comprometen a defender los valores del país.
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