Conocer la realidad social, cultural e histórica de la comarca de acogida es uno de los objetivos principales del Plan de Acogida de Menores Inmigrantes (PAMI). Los alumnos del CEIP Nuestra Señora del Cobre participaron ayer en una convivencia con los usuarios del centro Asansull de La Yesera para disminuidos intelectuales. El encuentro se inscribe en el marco del PAMI y se celebra por cuarto año consecutivo, según explicó el director escolar del centro educativo, Javier Gil.

«Han querido participar los 24 alumnos que tiene el colegio incluidos los que ya participaron el año anterior, que han insistido en repetir», explicó Gil.

La razón de esta insistencia radica, en palabras de Gil, «en que los adolescentes de nuestro centro y los usuarios de Asansull – de entre 17 y 60 años de edad – reciben cariño y atenciones». «Nuestros estudiantes tienen, además, un sentimiento religioso muy arraigado y ven la ayuda al prójimo como algo muy positivo», prosiguió Gil, quien destacó la importancia de que los menores inmigrantes conozcan todos los aspectos de la realidad que les rodea.

Emoción y solidaridad

Casi todos los usuarios de Asansull – 27 externos y 20 de la residencia de gravemente afectados (RGA) – acudieron al encuentro, para lo cual se desplazaron en furgoneta hacia el CEIP Nuestra Señora del Cobre. Como señaló Gil, las accesibilidad de las instalaciones, dotadas de jardines, cocina, garantiza la seguridad y la comodidad.

Los usuarios de Asansull se desplazaron en furgoneta desde La Piñera junto a sus monitores. Una vez en el colegio, los responsables de ambos grupos hicieron las presentaciones oportunas.

«La primera reacción de los chicos es de sorpresa ante lo diferente», comentó Gil, «pero en poco tiempo se normaliza la relación y todos los participantes disfrutan de la jornada».

«Emoción y solidaridad» son, según Gil, las palabras que mejor definen las sensaciones que los estudiantes y los beneficiarios de Asansull experimentan tras encuentros.

Beneficios

«Las jornadas de convivencia son muy beneficiosas para ellos», señala la coordinadora de actividades de ocio e integración social de Asansull, Susana Ortega, que destacó la importancia de que los disminuidos intelectuales del centro puedan salir de la rutina diaria. «Esto requiere mucho esfuerzo por parte de los organizadores y una buena coordinación», apuntó Ortega, «pero la satisfacción obtenida compensa con creces el esfuerzo realizado», apostilló.