Fuerte división la que registra el Consejo de la Unión Europea sobre el proyecto de directiva diseñada para armonizar en el conjunto de la Europa comunitaria los procedimientos de repatriación de ilegales. Ayer, los embajadores de los Veintisiete ni siquiera llevaron a considerar la última propuesta de compromiso elaborada por la presidencia eslovena, después de negociaciones previas con la Eurocámara, debido a las diferencias que el tema suscita aún entre los estados miembros. El Comité de Representantes Permanentes (Coreper) volverá sobre el tema la semana que viene. En el entretanto, la presidencia eslovena buscará una fór – mula para casar los intereses.

El nuevo marco jurídico de la UE para tratar la problemática de la inmigración ilegal fue planteado por la Comisión europea hace ya tres años, pero ha sido considerablemente endurecido por los estados miembros y por el Parlamento. Sus aspectos más controvertidos se refieren al período de tiempo que un inmigrante en situación irregular podrá permanecer confinado antes de ser devuelto a su país de origen, al largo plazo de cinco años que una persona expulsada deberá respetar antes de intentar volver a la UE, aunque entonces sea por medios legales; y a la cobertura legal para las detenciones. En los debates del Coreper de ayer, pudo constatarse que diez países miembros quieren endurecer aún más los términos.