Solo seis de los 350 senegaleses que malviven en diferentes naves del Poblenou están participando en el programa de formación para el retorno ofrecido por Barcelona. Este es el balance que ayer esbozó el comisionado de Inmigración, Miquel Esteve, durante la reunión de la Comisión de Calidad de Vida y que la oposición criticó en bloque por pobre.

El plan, conocido como plan Trias, se presentó en octubre como una prueba piloto, de choque, y buscaba formar a unas 20 personas en oficios de alta demanda en Senegal. Está dotado de 70.000 euros por el Ayuntamiento; la Generalitat pagaba la manutención, y los billetes, el Estado. Según el comisionado, tras reuniones informativas, 42 personas fueron escogidas para entrar en el programa. Después 26 fueron entrevistadas y finalmente se formó un grupo de 10. Cuatro desertaron y seis asisten a los cursos, que comenzaron hace una semana.

La oposición criticó el balance, aunque Esteve citó a la Síndica de Greugues, que en un informe asegura que el Consistorio tenía información de la problemática desde 2007. La socialista Inma Moraleda aseguró que “la poca efectividad demuestra un mal planteamiento inicial” y que “a pocos les intresa regresar”. ICV y UxB pidieron que se reoriente el programa, dado su fracaso. “Es mejor seis que cero”, respondió el comisionado a las críticas. Esteve también destacó la poca receptividad del colectivo senegalés a las ayudas y puso como ejemplo la Operación Frío, durante la cual solo dos personas de esta nacionalidad aceptaron la ayuda.