Valencia

En los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) ubicados en España se practican la tortura y los malos tratos con los internos. La conclusión es fruto de un trabajo de investigación desarrollado en los 23 países de la Unión y financiado por la Comisión Europea.

En España, la auditoría fue realizada por el Centro de Atención a los Refugiados (Cear), que ayer dio a conocer los datos.

«Son como agujeros negros del Estado de Derecho», sentencia Sara Verdú, coordinadora valenciana de la institución, en relación a los centros inspeccionados en territorio nacional: Aluche (Madrid), Capuchinos (Málaga) y Zapadores (Valencia).

La contundencia de los hechos es demoledora. «En Madrid es una convicción probada – con tres o más testimonios coincidentes – que se ha practicado la tortura al menos en siete casos», asegura.

La lavandería es el lugar más utilizado para las palizas, al no disponer de cámaras de seguridad. Todos los indicios apuntan hacia un policía nacional como principal autor de los hechos, identificado ya por el director del centro. «Tiene 60 años y pelo blanco, y es gordo, pequeño y corpulento», lo describió en su día el ecuatoriano J. H. L. R.

En los traslados

Otro de los puntos calientes a la hora de infligir malos tratos son los traslados al aeropuerto de Barajas, tanto en el viaje de ida como a la vuelta al centro de internamiento en el caso de que el inmigrante no pueda ser embarcado.

En el caso de Valencia, está demostrado que un policía, también identificado por los internos, irrumpió una noche en una de las habitaciones, «se quitó la camisa y les instó a que se pelearan con él». Ante la indiferencia de éstos, el agente comenzó a pegarles. Lo mismo hizo otro día con uno de los recluidos que estaba leyendo el Corán.

El informe constata además las precarias condiciones de vida en los centros. «Han de utilizar los lavamanos de las celdas como si fueran inodoros por la noche; no tienen intimidad en los baños; no se entrega ningún elemento de aseo; las compresas han de ser prescritas por el médico; no se ofrecen toallas, mantas, ropa ni zapatos…», son algunas de las irregularidades verificadas en Madrid.

«Y todo esto sin que sean delincuentes, pues sólo han cometido una falta administrativa al haber entrado en España sin la documentación necesaria», argumentan miembros del Cear.

Tras conocer el informe, el Ministerio del Interior aseguró que ordenó «hace algún tiempo investigaciones internas» sobre la existencia de malos tratos a inmigrantes en los centros, y explicó que, hasta ahora, no se ha podido acreditar ningún caso de los denunciados por Cear, informa Europa Press.