El centro de extranjeros aísla a 22 internos por sospecha de gripe

El País, ELENA G. SEVILLANO, 04-09-2009

“Ahí viene”. Muchos se levantan, expectantes. Son las tres y media y el policía se acerca al tórrido techado metálico que ejerce de sala de espera en el centro de internamiento de extranjeros (CIE) de Aluche. Empieza la hora de las visitas. Pero en lugar de pedir las listas con el orden que las propias familias de los internos van gestionando durante la mañana, como cada día, reclama la atención del medio centenar de personas: “Voy a leer los números de los internos que no pueden recibir visitas hoy por motivos de prevención”. Silencio. El policía recita hasta 22 números de cuatro cifras, con los que el CIE identifica a las personas internadas por estar en situación irregular en España.

Entonces empiezan a acribillarle: “¿Por qué? ¿Están enfermos?”. “¿Mañana podremos verlos?”. “¿Y hablar por teléfono para saber si están bien?” “¿Los han aislado?”… El agente se disculpa. “No puedo dar más información”. Así que Silvia Marcos, española de 32 años, no va a ver a su novio, boliviano. Ni Carlos Ortiz, ecuatoriano, va a visitar a su mujer, también ecuatoriana. Juan Pedar, español, tampoco hablará con su amiga salvadoreña.

“Es por prevención”, repite una portavoz de la Jefatura Superior de Policía, que niega que el centro esté sufriendo un brote de gripe. La Jefatura confirmó el miércoles, a preguntas de este periódico, que en el CIE se habían producido dos casos de cuadros gripales. Uno había sido trasladado al hospital por complicaciones derivadas del asma que padecía y el otro estaba aislado en el centro. Ayer la portavoz aseguró que el caso del hospital había dado negativo de la prueba de gripe A y que aún estaba pendiente el resultado del segundo caso. Según la Jefatura, no hay más casos de gripe en el CIE y el aislamiento de 22 personas se debe a que “han estado en contacto o muy cerca de los afectados” y se intenta evitar posibles contagios.

Silvia estaba ayer por la noche algo inquieta. Su novio no la había llamado y la última vez que lo vio, el martes, “estaba con gripe”. Juana, peruana, sí que pudo entrar a visitar a su hijo. “Tiene lagrimeo de ojos, le destila la nariz, tiene fiebre y el cuerpo malo”, explicó por la noche. También entró Claudia a ver a su novio, marroquí de 20 años: “Ha estado con fiebre unos días, pero ya se le está pasando”, relató. Cinco personas aseguraron haber visto salir cuatro ambulancias del centro entre el miércoles y ayer. La policía aseguró que no eran casos de gripe, pero no precisó de qué se trataba. Mientras tanto, los policías del CIE trabajaron ayer con mascarilla.

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