Justicia evita criticar a Guipúzcoa al pedir medidas previas con los menores

El País, TXEMA G. CRESPO, 24-07-2009

“Más educación y menos represión”. Este lema resume la respuesta que ayer ofreció el viceconsejero de Justicia del Gobierno vasco, José Manuel Fínez, ante la alarma que han provocado ciertos incidentes cometidos por menores en las últimas fechas en algunas localidades guipuzcoanas. Fínez aprovechó su comparecencia para desvelar que sólo el 17,6% de las infracciones son cometidas por menores extranjeros. Lo hizo como respuesta a la alarma que han provocado los últimos actos vandálicos vividos en Azpeitia por parte de adolescentes inmigrantes residentes en un centro de Deba. "

“Si todos antes nos hubiéramos preocupado de la debida atención, seguimiento y programación educativa de estos chavales, posiblemente, algunos de ellos no hubieran abandonado el centro de Deba, o cualquier otro centro”, apuntó el viceconsejero, quien también precisó que la actitud de este grupo de jóvenes “no es un problema de las diputaciones sino de todas las instituciones”, en una finta que evitaba abrir un nuevo frente en la relación con los poderes forales. Fínez mantuvo la necesidad de optimizar los recursos dedicados a la atención de menores, “sin escatimar ni un euro”.

“Se debe tener en cuenta que lo ocurrido en Azpeitia [el ataque a 15 vehículos en una noche] se vive a menudo en las capitales, sobre todo los fines de semana”, apuntó con el fin de contextualizar los hechos que han provocado alarma social. “Eso no quita para que sigamos el caso muy de cerca”, apostilló.

El viceconsejero ofreció estas declaraciones después de presentar los datos del estudio ‘Evaluación de la intervención educativa y análisis de la reincidencia en la Justicia de Menores en la CAPV’, en el que se recoge la validez de las medidas reeducativas impuestas por los jueces, que han permitido que la tasa de reincidencia ronde en la actualidad el 11%.

El perfil de este joven delincuente reincidente es el siguiente: vasco (el 74%, y el 17,6% es extranjero), varón y con problemas familiares o de integración social. En general, son detenidos por cometer robos, aunque en los últimos años han aumentado los delitos de violencia doméstica. “Me parece más que necesaria una reflexión sobre la educación y los valores que reciben los menores en la familia y en su ambiente social”, dijo el viceconsejero, muy crítico con aquellas voces que piden el endurecimiento de la ley. “En la actualidad, en los centros de internamiento se cumplen medidas muy severas: seis años de internamiento cerrado para un chaval de 16 años es muy duro, ¿todavía quieren más?”, aseveró rotundo. “No hay ningún estudio que corrobore que a mayor dureza de las penas, se reduzca la delincuencia”.

En los centros de internamiento de menores dependientes del Gobierno vasco, con 62 plazas en total, hay 54 chavales cumpliendo las penas impuestas por los jueces.

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